Plug Anal

Un plug anal es un juguete sexual diseñado para ser insertado en el ano. Por lo general, tiene una base más ancha para evitar que se deslice completamente y se quede atrapado dentro del cuerpo. Este tipo de juguete suele ser sólido y no vibrante. Aquí te dejo algunas situaciones en las que podría ser mejor usar un plug anal:

• Juego previo o estimulación prolongada: Los plugs anales son ideales para el uso durante el juego previo, ya que se pueden llevar puestos durante un largo período de tiempo sin generar demasiada estimulación. Puedes usarlo mientras realizas otras actividades, como tener relaciones sexuales o simplemente relajarte.

• Entrenamiento anal: Si estás empezando con la estimulación anal, un plug anal pequeño es una excelente opción para practicar y acostumbrarse a la sensación de tener algo insertado en el ano. Ayuda a expandir y relajar gradualmente los músculos anales.

• Estimulación más sutil: Los plugs anales ofrecen una sensación más constante y menos intensa que los vibradores. Si prefieres una estimulación más suave y persistente, un plug anal puede ser la mejor opción.

• Uso durante relaciones sexuales: Un plug anal puede ser usado durante las relaciones sexuales para agregar estimulación adicional, sin interferir en la penetración. Puede ayudar a mejorar el placer durante la penetración vaginal o penetración anal.

• Estabilidad y comodidad: Los plugs anales, por lo general, ofrecen más comodidad para usar durante un tiempo prolongado, ya que no requieren tanto ajuste y no generan una vibración que pueda sentirse incómoda.

Aumenta la intensidad en tu masturbación o encuentro sexual jugando con el ano, que también produce orgasmos muy placenteros. Hay una gran variedad de Plugs, que pueden ser vibradores, o de distintos materiales como Silicona, Cristal y Acero para jugar con la temperatura de tu juguete. 

Puedes empezar también con plugs Entrenadores para familiarizarte con estas sensaciones nuevas. No olvides llevar tu Lubricante Anal para hacer de esta práctica una más cómoda y placentera. 

Una guía juguetona para el sexo anal

Cuando se trata de explorar nuevas experiencias, el sexo anal puede ser una opción divertida y emocionante, siempre que ambos estén en la misma sintonía. La clave está en prepararse con confianza, comunicación y una pizca de humor para mantener todo ligero y cómodo.

1. Comunicación primero, siempre.

Hablen sobre sus curiosidades, expectativas y límites. El consentimiento es esencial, y estar abiertos a discutirlo hará que la experiencia sea más relajada.

2. Un calentamiento sensual.

¡El juego previo es tu mejor amigo! Dedica tiempo a estimular otras zonas erógenas para relajar el cuerpo y aumentar la excitación. Cuando ambos estén en el mood adecuado, todo será más fluido.

3. Usa lubricante, y úsalo en abundancia.

El sexo anal requiere lubricante, incluso más del que crees. Opta por uno a base de agua o silicona, ideal para evitar molestias. ¡No temas ser generoso!

4. Empieza con calma.

Si es la primera vez, es mejor comenzar despacio. Dedos, juguetes pequeños o simplemente masajes pueden ser una excelente introducción antes de pasar a algo más intenso.

5. Escucha el cuerpo.

Presta atención a las señales de tu pareja y detente si hay incomodidad. Recuerda, el objetivo es disfrutar juntos, no apresurarse.

6. Incluye el humor.

Sí, puede haber momentos torpes, y está bien. Reírse juntos ayuda a relajar la tensión y disfrutar más del momento.

7. Termina con cariño.

Al igual que en cualquier otra experiencia íntima, dedica tiempo al después: abrazos, caricias y palabras dulces para reconectar emocionalmente.

La confianza y la comunicación son los ingredientes secretos para que esta experiencia sea memorable y placentera. Así que, ¡diviértanse, exploren y no olviden el lubricante! 😊