Mitos y realidades sobre las enfermedades sexuales
Cuando hablamos de enfermedades de transmisión sexual (ETS), hay muchos mitos que generan confusión y desinformación. Es importante desmentirlos y conocer la realidad para cuidar nuestra salud sexual de forma responsable y disfrutar plenamente de nuestras experiencias.
Mito 1: Las ETS solo afectan a personas promiscuas.
Realidad:
Cualquier persona sexualmente activa puede contraer una ETS, independientemente del número de parejas. Según datos de la Secretaría de Salud de México, las ETS afectan principalmente a jóvenes entre 15 y 24 años, un grupo que a menudo subestima los riesgos debido a la falta de educación sexual.
Mito 2: Si no hay síntomas, no hay enfermedad.
Realidad:
Muchas ETS, como el VPH, la clamidia o incluso el VIH en sus etapas iniciales, pueden no presentar síntomas. En México, la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición reporta que gran parte de las infecciones de transmisión sexual permanecen sin diagnosticar, lo que aumenta el riesgo de transmisión.
Mito 3: El sexo oral es completamente seguro.
Realidad:
Aunque el sexo oral tiene menor riesgo de transmisión de ETS que el sexo vaginal o anal, aún puede transmitir infecciones como el herpes, la gonorrea o el virus del papiloma humano (VPH). El uso de barreras de látex como condones o protectores bucales reduce considerablemente el riesgo.
Mito 4: Las ETS siempre se curan con medicamentos.
Realidad:
No todas las ETS tienen cura. Infecciones como el VIH y el herpes son controlables con tratamiento, pero no eliminables. En México, se estima que aproximadamente 270,000 personas viven con VIH, muchas de las cuales no lo saben, según el Centro Nacional para la Prevención y el Control del VIH/SIDA (Censida).
Mito 5: Las vacunas no son necesarias si no tienes una vida sexual activa.
Realidad:
Vacunas como la del VPH son más efectivas cuando se administran antes de la actividad sexual. En México, la vacunación contra el VPH está disponible y es gratuita para niñas y niños entre los 9 y 12 años, pero su cobertura aún es insuficiente en algunas regiones.
Cuidarse nunca pasa de moda
Conocer la realidad sobre las ETS nos ayuda a tomar decisiones informadas y a protegernos a nosotros mismos y a nuestras parejas. La prevención es la mejor herramienta:
- Usa preservativos y barreras de látex.
- Realiza chequeos médicos regulares.
- Habla con tu pareja sobre salud sexual sin tabúes.
¡Recuerda! Informarse no solo es responsable, también puede ser una forma de construir confianza en pareja y disfrutar de una sexualidad plena y segura.