¿Cómo obtener los mejores orgasmos?

¿Has oído hablar de las pesas pélvicas, bolas chinas, Ben Wa o ejercicios de Kegel? Todos estos nombres tan intrigantes se refieren al mismo concepto: pequeñas pero poderosas herramientas con peso diseñadas para entrenar el suelo pélvico. Sí, como un gimnasio, pero para esta zona tan importante y, a veces, olvidada.

El suelo pélvico es como el superhéroe silencioso de tu cuerpo. Se encarga de sostener el aparato digestivo, urinario y reproductor, además de ser clave para el control de la continencia. ¿Lo más interesante? ¡Está directamente conectado con el nivel de tu vida sexual!

¿No estás segurx de conocer estos músculos?

Seguro que sí. Son los que contraes cuando aguantas las ganas de correr al baño, o los que se activan automáticamente en ese delicioso momento del orgasmo. Aunque no se hable mucho de ellos, merecen nuestra atención porque pueden debilitarse por varias razones:

• Embarazo, parto y menopausia.
• Infecciones urinarias frecuentes.
• Deportes de alto impacto, como correr o voleibol.
• Estreñimiento crónico.
• El paso del tiempo (¡el tiempo no perdona!).

Pero aquí viene lo bueno: ejercitar esta musculatura no solo mejora la salud en general, también lleva la vida sexual al siguiente nivel. Algunos de los beneficios más emocionantes incluyen:

1. Mayor lubricación natural.
2. Más placer en las relaciones sexuales gracias a la fuerza y presión de estos músculos.
3. Mejor control y resistencia durante los encuentros íntimos.
4. Un aumento del deseo, porque cuando algo es más placentero, ¿quién no quiere repetir?

Por eso, ¡es hora de darles amor y un buen entrenamiento con las pesas pélvicas! Estas pequeñas compañeras de gimnasio se colocan en el interior y, naturalmente, el suelo pélvico comienza a trabajar para evitar que caigan. Es como un ejercicio involuntario que termina siendo muy efectivo (y hasta placentero).

Eso sí, como con cualquier rutina de ejercicio, hay que empezar poco a poco para evitar molestias. Existen opciones ideales para principiantes y, si eres más techie, incluso hay entrenadores inteligentes que se conectan con una app para guiarte en cada movimiento.

Cómo empezar con tus pesas pélvicas:

1. Relájate completamente.
2. Usa un lubricante a base de agua en la parte externa e interna.
3. Introduce las pesas suavemente.
4. Muévete un poco y deja que la gravedad haga su magia: tu cuerpo se encargará de evitar que caigan.

Ejercicios básicos:

• Inicia con contracciones cortas de 1 a 3 segundos.
• A medida que avances, aumenta el tiempo de contracción de 3 a 6 segundos.
• Practica entre 2 y 3 veces al día, comenzando con sesiones de 2 a 5 minutos, y ve aumentando hasta llegar a 15 minutos.

Ahora que sabes todo esto, ¿qué esperas? ¡Hazte con tus pesas pélvicas y comienza a fortalecer esa zona como la campeon@ que eres! Tu cuerpo (y tu vida sexual) te lo agradecerán.

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