La prostitución desde el lado del Cliente

Las historias relacionadas con la prostitución, el table dance o las casas de citas son parte de muchas conversaciones que giran en torno a un tema que, por más común que sea, sigue siendo un tabú. Y aunque las historias que surgen de estas experiencias pueden ser muy diversas, lo curioso es que muchas veces el objetivo no es solo la satisfacción sexual. Hay historias curiosas, extrañas y hasta un poco aterradoras que las trabajadoras sexuales podrían contar, pero claro, ¡es un tema delicado! Muchas de ellas tampoco se sienten cómodas compartiendo su trabajo con familiares o amigos.
¿Pero qué es lo que realmente busca alguien que acude a estos lugares? La respuesta es compleja, ya que la motivación detrás de este tipo de consumo varía mucho. A lo largo de los años, se han dado varias encuestas e investigaciones, y aunque no siempre se revelan todas las respuestas, algunos datos curiosos sobre los tipos de clientes se pueden rescatar. Aquí te dejamos un vistazo a las 5 categorías más comunes de consumidores de estos servicios:

El cliente "iniciático"
Este tipo de cliente es más común de lo que parece. Suele estar vinculado a los estereotipos de género y muchas veces involucra a amigos o familiares que “ayudan” a una persona a pasar por su primera experiencia. Este tipo de rito de "iniciación" busca eliminar cualquier presión sobre el desempeño, dejando que el evento se viva de manera más relajada y, en muchos casos, bajo la supervisión de aquellos que lo acompañan.

El cliente emocionalmente vulnerable
Este grupo está compuesto por personas que tienen dificultades para relacionarse con los demás, ya sea por problemas emocionales o psicológicos. Buscan una relación en la que no haya complicaciones, solo placer sin necesidad de interactuar de manera profunda o emocional. Este perfil es uno de los que más justifica el consumo de este tipo de servicios, ya que no busca una conexión emocional, sino más bien una salida fácil.

El cliente insatisfecho sexualmente
Este es, sin duda, el perfil más común. Lo sorprendente es que muchos de estos clientes están casados. Las razones varían, pero van desde la pérdida de deseo hasta la menopausia, pasando por problemas de pareja o incluso enfermedades. En lugar de enfrentarse a una infidelidad complicada, prefieren recurrir a estos servicios, donde la discreción es clave. Así, resuelven su insatisfacción sin involucrarse en dramas adicionales.

El cliente reprimido
Este tipo de cliente es el que paga por la discreción, ya que tiene dificultades para compartir o revelar sus fantasías. Ya sea que tenga pareja o no, las fantasías y fetiches personales son el foco. A pesar de que existen ahora aplicaciones para conocer personas con intereses similares, muchos prefieren pagar por hacer realidad sus deseos sin culpa ni juicio.

El cliente machista
Este es uno de los perfiles más complicados. Se caracteriza por una actitud despreciativa y misógina, especialmente cuando se siente en una posición de poder. Generalmente, estos clientes no tienen reparos en mostrar su arrogancia y a menudo recurren a la agresión verbal o física. Tristemente, muchos de estos clientes también son personas casadas.
Finalmente, el New York Times publicó en su lista de cosas por hacer para estar mejor que, este 2019, se trataba de tener más sexo. Y aunque a veces se puede juzgar cómo se gasta el dinero, también es válido recordar que algunas personas prefieren destinar parte de su dinero al placer, sin caer en prejuicios. Al final, cada quien elige cómo disfrutar y qué hacer con sus recursos, siempre que se haga de manera consensuada y responsable.
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