Bolas Chinas ¿Cómo hacer tus ejercicios Kegel?

Conocidas también como Bolas Kegel, Bolas Geisha o Bolas Vaginales

¿Cómo usar las bolas chinas?

No hay misterio, ¡es pan comido! Solo hay que introducirlas en la vagina, aunque, ojo, al principio pueden sentirse un poco extrañas. Por eso, el truco está en usar un buen lubricante para que entren suavemente. La colocación es algo así como la de un tampón: el cordoncito queda por fuera, listo para facilitar la retirada después.

Pasos para hacer ejercicios Kegel con Bolas Chinas

Paso 1: Inserción de las bolas

• Acuéstate o ponte en cuclillas para facilitar la inserción.

• Introduce suavemente las bolas en la vagina, dejando el cordón de extracción fuera (similar a un tampón).

Paso 2: Comienza con ejercicios básicos de Kegel

1. Contracción y relajación: Aprieta los músculos del suelo pélvico como si intentaras detener el flujo de orina. Mantén la contracción durante 3-5 segundos y luego relaja por el mismo tiempo. Repite 10-15 veces.

2. Retención pasiva: Simplemente mantén las bolas dentro mientras caminas o realizas tareas diarias. Esto ayuda a activar los músculos del suelo pélvico.

Paso 3: Incrementa la intensidad

A medida que ganes fuerza, puedes:

• Usar bolas más pequeñas o pesadas.

• Hacer ejercicios con movimientos, como sentadillas o caminar.

• Prolongar el tiempo de retención.

Paso 4: Retirar las bolas con suavidad

Cuando termines el ejercicio, relaja el suelo pélvico y tira suavemente del cordón de extracción. Si sientes resistencia, tose o empuja levemente para ayudar a la salida.

Paso 5: Limpieza y almacenamiento

Lava las bolas nuevamente y guárdalas en un lugar limpio y seco.

Recomendaciones:

• No uses las bolas por más de 20-30 minutos al principio.

• Evita dormir con ellas puestas.

• No las uses si tienes infecciones vaginales, embarazo sin aprobación médica o alguna incomodidad.

• Sé constante; con 10-15 minutos al día puedes notar mejoras en pocas semanas.

¿Cómo elegir las bolas de Kegel perfectas?

Aquí viene la parte divertida. Hay bolas de diferentes tamaños y pesos para adaptarse a cada nivel de experiencia. Normalmente están hechas de silicona médica o hipoalergénica y suelen medir entre 35 y 40 milímetros de ancho. En cuanto al peso, pueden ir desde los 28 gramos hasta los 100 gramos (¡o incluso más!).

La clave está en empezar suave. Si es la primera vez, o si el suelo pélvico no ha tenido mucha acción últimamente, mejor optar por las bolas más pequeñas y ligeras, e ir subiendo de nivel poco a poco. Es como ir al gimnasio: no empezarías levantando pesas gigantes, ¿verdad? Con calma y constancia, el suelo pélvico se fortalecerá como un campeón.

¿Dónde encontrar las bolas chinas?

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